En el caso de la alcohorexia, muchas
de las señales son comunes con la anorexia o la bulimia.
"Cortar la comida en trozos muy pequeños y removerla para que parezca que
han comido. Mentir diciendo que ya han comido. Ir al baño habitualmente después
de comer y permanecer allí durante largos periodos", explica Yolanda
Chércoles. Sin embargo, en el caso concreto de la alcohorexia cuando más atento
hay que estar es durante los fines de semana o periodos de fiestas y
vacaciones, en los que salir se convierte en algo normal y no llama tanto la
atención, al menos en la actualidad, que los jóvenes salgan y beban
constantemente.
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